Contra las editoriales

Lanata dijo alguna vez que lo peor de hacer un diario es tener que publicar todos los días. No es difícil acordar con él, pero humildemente, agregaría a la lista de ingratitudes la obligación de redactar una editorial todos los días. Sencillamente las aborrezco por pretenciosas y aburridas. Si a esos mamotretos de tinta y papel hubiera que darles carnadura, uno imaginaría un sabelotodo que detrás de un escritorio encuentra siempre el lugar apropiado para calentarle la oreja a la opinión pública, a vos, a mí o quienquiera que sea que lea las editoriales.
Bueno, esta minicatarsis para decir que no habrá una editorial para inaugurar "Ataque de blog". Tomalo como una invitación, un lugar de encuentro aunque la palabrita suene tan rara on line. Con sus contras que no son pocas, sigo metejoneado con el periodismo y me ilusiono con encontrar aquí una manera de entender una ciudad que a veces se nos muestra noña y sosa, y otras veces es un enorme paño virgen con todo por hacerse.
Lanzada la botella al mar, salud y hasta el próximo post!

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