Pilates... morfi... moda y el quía!!

El Ruli Amati, camarógrafo del trece, lo dijo clarito: miralo vos a este, lo invitan al programa porque visitó Bolivia!! Tenía razón el Ruli, como mérito parecía bastante pobre, pero la cuestión fue que terminé aceptando la invitacion de la Julieta, simpatiquísima ella, para ir a su Secretos Compartidos. Llegué unos quince minutos antes al canal y me hicieron esperar en la antesala, al lado de un par de mujeres grandes (en los dos sentidos "age and size"). Como hablaban entre ellas me enteré que una era la propietaria del gimnasio de Pilates ¿Marta? Donda, y la otra la dueña de una pilchería. Al ratito, llegaron otras dos féminas, bastante más jovencitas. Una estaba enfundada en un jogging que le remarcaba las curvas y la otra (no menos curvosa) parecía la dueña de lo que quiera que promocionase la de jogging.
Con el miedo escénico al tope, me preguntaba mentalmente que carajo hacía ahí y hasta fantaseaba tomármelas del canal con alguna excusa ingeniosa que nunca se me ocurrió. Vas en el primer bloque dijo la Juli, y pensé que estaba bien... "si tiene que ser, que sea rápido"...
Sólo Dios sabe qué cosas me taladraban la sesera cuando empezó el programa y esperaba, obediente, mis segundos de aire... ¿qué pasa si empiezo a tartamudear? ¿qué cagada que esto sea en vivo? ¿mirá si de los nervios digo cualquier cosa?
Al final, todo fue más rápido y relajado de lo que pensé... sólo que no recuerdo haber dicho algunas frases que me señalaron algunos... parece que hice un comentario bastante elogioso de la picada que estaban preparando los cocineros del programa... y puede ser porque de los nervios me fui sin probar bocado... también dije que nunca tuve problemas de censura y, en honor a la verdad, debí decir "casi nunca"... Recuerdo algunos episodios bastante frustrantes... pero estaban tal lejos en el tiempo que no me pareció ni el momento ni el lugar... imaginate que dijera algo como esto: "sí, en realidad me censuró una vez un director cuando me cortó una nota sobre el sida donde hacía referencia a los sacerdotes que habían enfermado de HIV y se atendían en el Rawson". En fin, que cuando todo terminó, los camarógrafos me hacían señas de que ya podía dejar el estudio... pero como tenía espanto de cruzarme alguna cámara esperé casi a que terminara el primer bloque para escabullirme y desearle suerte a la flaca de jogging que esperaba en los bastidores sus quince segundos de gloria.

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